







Me enseñó la vida a guiar mis pasos en cada mañana
a no sentirme solo si no estás conmigo, a vivir alegre detrás de tu risa
a mojar mis ojos cuando la tristeza invade tu alma
y te lastiman las cosas que pasan.
Me enseñó la vida, que el universo tiene mil colores
y si lo disfrutas también lo disfruto, porque son tus ojos parte de mis ojos
me enseñó la vida las flores silvestres del campo, los lirios, las calas
él Jacaranda, el paraíso y la madre selva y cuantas flores más.
Me enseñó la vida a mirar el cielo, a contar estrellas, a buscar galaxias
y la vía láctea con su resplandor, ver correr las nubes jugando en el viento,
más cuando se juntan en color plomizo chocan entre ellas con mucha violencia
y un relámpago crece en ese momento, estruendo tremendo llega a mis oídos,
después lloran todas por lo que ha pasado, se moja el camino y la tierra mojada
deja aromas nuevos en nuestros destinos, mientras que me mojo andando
despacio mientras que mi prisa no tiene destino, camino y camino pensando lo hermoso de cada momento que ya he vivido.
Me enseñó la vida a mirar más lejos, recorrer distancias con el pensamiento
mientras que la lluvia humedece mi piel voy andando lento disfrutando solo
aquellas distancias que quiero volver, mirar como la tierra se hunde a mis pies
y sentirme fuerte, grande, atrevido desafiando el viento de este atardecer.
Me enseñó la vida que nada no es poco, que detrás de nada hay algo más
grande para liberar, vivir con el aire, respirar aromas de pinos, magnolias,
vivir las caricias que deja en la piel, te cierra los ojos y al mirar por dentro
me encuentro a la vida respirando hondo y encuentro al amor cuando pienso en ti.
Me enseñó la vida a extrañar caricias dejadas en mi piel, me enseñó la vida
a juntar mis labios con tus propios labios, sentir las cosquillas que deja el amor,
a vivir pensando en las cosas bellas que forjamos juntos, también nuestros sueños
seguirán grabados en las enseñanzas que siempre aprendí.